Charo Barroso / Madrid / Especial desde COP25 para TMedia

Mientras se perfilan los acuerdos definitivos de la COP25, el comienzo de esta decisiva semana ha estado marcado por las finanzas sostenibles y los recursos necesarios para abordar la transición ecológica.

En su primera intervención en la cumbre del Clima, Greta Thunberg ha decido callar y ceder la palabra a jóvenes del sur global, acompañada de la activista Luisa Neubauer, señalaba: “Nuestra responsabilidad moral es usar la atención mediática para dar voz a aquellos que necesitan contar sus historias”. Y antes de dar la voz quiso dejar claro que “el impacto del cambio climático ya está afectando a mucha gente, que sufre y muere, y no solo afectará a los niños de hoy” y precisaba que son los pueblos indígenas los más expuestos. La activista indígena Rose Whipple pedía más acción y menos palabras y que el movimiento contra el cambio climático vaya más allá que reciclar. Jóvenes activistas de Chile, Rusia, Filipinas o Uganda… han ido tomando la palabra y coincidiendo en que a pesar de que muchos de sus pueblos sufren en primera persona las consecuencias del cambio climático, las negociaciones de los líderes mundiales se están realizando sin contar con su punto de vista.

Los jóvenes también han tenido su voz en un foro de Unicef, en el que finalmente no ha participado Thunberg a pesar de que se anunciaba su asistencia. De nuevo la misma línea de mensaje: “Habéis prometido mucho, pero habéis cumplido muy poco”. En este acto también participaron la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y la ministra de Educación de España, Isabel Celaá, quien ha anunciado su intención de implantar una nueva materia educativa para sensibilizar a los jóvenes sobre el cambio climático.

Una veintena de entidades bancarias han firmado esta mañana en el Pabellón España de la COP25 un acuerdo para alinearse con el objetivo de Acción por el Clima de Naciones Unidas y el Acuerdo de París. En la sesión “Compromiso colectivo de la banca española con la acción climática”, ha participado el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, así como con representantes de otras entidades bancarias españolas públicas y privadas como José Carlos García de Quevedo, presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), y José María Méndez, director general de Cecabank. Las entidades financieras que han firmado el acuerdo son Banco Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Banco Sabadell, Bankinter, Kutxabank, Unicaja Banco, Abanca, Ibercaja Banco, Liberbank, ING Bank, BNP Paribas, Banca March, BCC-Grupo Cajamar, Cecabank, Société Générale, Bankoa-Grupo CreditAgricole, Banco Mediolanum, Triodos Bank, Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Ontinyent y Colonya-Caixa D’Estalvis de Pollença. Todas ellas contribuirán a impulsar medidas encaminadas a limitar el aumento de la temperatura y adoptarán medidas para apoyar y acelerar el cambio hacia tecnologías, modelos de negocio y sociedades con bajas emisiones de carbono y resistentes al clima.

Recursos para la transición ecológica

Vivimos una época de bajas inversiones a nivel global y las finanzas sostenibles pueden suponer una gran oportunidad para revertir esta situación. Alcanzar una economía de bajas emisiones requiere de una participación pública y privada para movilizar los recursos de finanzas sostenibles que puedan financiar la transición ecológica. Esta ha sido la idea principal por la que ha transitado la ponencia “El caso macro para la inversión relacionada con el clima: algunas cifras para España” que ha sido presentada por Ana de la Cueva @Adlcueva, secretaria de Estado de Economía y Empresa. En ella, se ha señalado que las finanzas sostenibles pueden ser una gran oportunidad para revertir una situación de bajas inversiones a nivel global.


Ana de la Cueva, secretaria de Estado de Economía y Empresa

El Plan Nacional Integrado de Economía y Clima tiene como objetivo reducir para 2030 los gases de efecto invernadero en un 21% , que el 42% de la energía que se use a finales de la década sean energías renovables y que se mejore en un 39,6% la eficiencia energética en España. “Este plan es urgente y necesario. Es una gran oportunidad y una ventaja competitiva para España”, señalaba Mikel González del Centro Vasco para el Cambio Climático.

Catástrofes y seguros

En el evento “Cambio climático y seguro de riesgo catastrófico: el enfoque español”, celebrado en el Pabellón España en la COP25 representantes de la entidad público-empresarial han destacado que en España cada vez hay más casos de siniestros causados por eventos climáticos extremos, “pero también que estos ocurren en zonas del país en las que antes no ocurrían y ya no sólo en una temporada determinada, sino en cualquier fecha del año”. Desde el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), se reconocía que los daños que generan los fenómenos climáticos en España tienen cada vez un mayor reflejo en las operaciones de riesgo catastrófico de las pólizas de seguros, y reconoce que este sector avanza año tras año en sus mecanismos para hacer frente a contingencias ambientales. En este sentido, presentaron los esquemas de seguros de la entidad tanto en personas y propiedades, y principalmente en los sectores de la agricultura y la ganadería, ante fenómenos como ciclones, inundaciones, olas de calor y frío o incendios forestales.

Actores locales y el sector privado en la financiación climática

«Estamos en un debate global vital, el de la importancia del ámbito local. No se puede llegar a una acción climática sin el consenso de todos los niveles institucionales», señalaba esta mañana en la COP25 el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, quien ha insistido en que “la descarbonización plena de la economía necesita cambios profundos y un modelo de desarrollo económico inclusivo. Transitar del modelo actual al que necesitamos no es ni sencillo ni automático”. Franz Untersteller, ministro de medio ambiente, protección climática y sector energético del Gobierno de Baden-Württemberg, tomaba la palabra para destacar que “la acción climática requiere de la colaboración multilateral de todos los niveles de gobierno y debe centrarse en nivelar las disparidades regionales, en darle mayor relevancia a la cofinanciación. Los gobiernos deben utilizar el ámbito de acción para reorganizar las estructuras administrativas para que sean neutras en carbono para el año 2040″. Por su parte, el consejero de medioambiente, planificación territorial y vivienda del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, insistía en que “la transición ecológica que nos están demandado implica una transformación completa del modelo económico y social que conocemos. Y tiene que ser equilibrada y sostenible. Queremos ser parte de la solución aportando y aprendiendo. El plan de inversión de la acción climática debe estar sustentado en la investigación, la innovación y las nueva tecnologías”. 


Franz Untersteller

Las ciudades deben aprovechar la innovación que los emprendedores locales pueden aportar como soluciones a los problemas relacionados con el cambio climático, principalmente en áreas como la movilidad, la energía y el tratamiento de residuos. El evento “Cómo las ciudades pueden acelerar la acción climática a través de startups y la innovación corporativa ha abordado algunas opciones que tienen los ayuntamientos para acercar a los ecosistemas de emprendedores e impulsar la innovación ante los problemas medioambientales de las urbes. El panel contó con la participación de Matt Petersen @mattspete, director de LACI (Los Angeles Cleantech Incubator @LACIncubator); Pamela Jouven, jefa de la Alianza Climática Ciudad Empresa de C40, y Dan Dowling @PowerOfCities, consultor de Ciudades y Urbanización de PWC, quienes han resaltado que la acción climática que necesitamos está a nuestro alcance, pero requiere una colaboración más estrecha entre ciudades, nuevas empresas e innovadores corporativos. Estas tres entidades han lanzado un informe que ofrece 28 herramientas a las autoridades locales con las que pueden crear soluciones conjuntas creadas en sus mismas ciudades.

Este informe pone de manifiesto que el potencial de las nuevas tecnologías y la innovación disruptiva en las ciudades para 2030 podría suponer una reducción de 1,3 gigatoneladas de CO2 equivalente de edificios, transporte y residuos cada año. Lo que supondría una mejora del 35 por ciento en la hoja de ruta hacia el objetivo de no superar un aumento de la temperatura de 2ºC.

Cortesía: PwC, 9 dic 19