Terabithia Press / Eduardo Fernández / MAD / ESP
La ciencia puede dar un paso más en los próximos tres años para comprender las condiciones del universo primigenio momentos después de su origen gracias a una nueva donación de 20 millones de dólares (que se suman a los 60 ya aportados) comprometida por la la Simons Foundation para apoyar las operaciones del Observatorio Simons. Ubicado en Chile, en Parque Astronómico de Atacama, en los Andes, es administrado por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica chilena. El sitio es uno de los lugares más altos y secos de la Tierra, a 17.000 pies sobre el nivel del mar (unos 5.200 metros), lo que lo convierte en uno de los mejores lugares del planeta para observar el universo profundo. Se encuentra por encima de la mitad de la atmósfera del planeta, por lo que el clima seco permite que la atmósfera, ya delgada y con menos vapor de agua, que absorbe las microondas, transmita aún más de la débil radiación cósmica de fondo de microondas. Simons Foundation es una entidad comprometida desde mucho tiempo atrás con diversos trabajos astronómicos y astrofísicos para comprender el universo primitivo. Cofundada en la ciudad de Nueva York por Jim y Marilyn Simons, la misión de la fundación es avanzar en las fronteras de la investigación en matemáticas y ciencias básicas. La pareja fue galardonada en 2018 con el prestigioso premio de la Medalla del Canciller de UC San Diego.

“Este nuevo proyecto será transformador, no solo para el Observatorio Simons, sino para la cosmología en su conjunto. Una vez finalizados los trabajos del nuevo observatorio, se convertirá en el más grande, complejo y ambicioso de su tipo. Permitirá a los científicos desarrollar y probar nuevos modelos para el origen, la evolución y la estructura del universo utilizando el conjunto de datos más grande jamás adquirido», explica Brian Keating, director del Observatorio Simons y profesor de Física del Centro de Astrofísica y Ciencias del Espacio de la UC de San Diego. «Las nuevas técnicas experimentales en muchos campos de estudio están creando enormes cantidades de datos en bruto, complejos y, a veces, complicados de interpretar e incluso creadores de interferencias y ruido con lo ya demostrado y conocido. Comprender y aprender de estos datos y modelar los procesos complejos que reflejan es una preocupación acuciante en la comunidad científica. Al mismo tiempo, los avances en conceptos, algoritmos y computación están permitiendo nuevos tipos de simulaciones que pueden capturar procesos ricos no lineales y, a menudo, dependientes del tiempo. Estas simulaciones exigen una mayor sofisticación en la técnica científica, el desarrollo algorítmico y la computación».
La Fundación creó el Instituto Flatiron para abordar estos desafíos, desarrollando nuevos métodos conceptuales, algorítmicos y computacionales, y aplicándolos en temas científicos importantes. El instituto ofrece un entorno de investigación altamente interactivo para que físicos, biólogos, astrónomos, químicos, científicos computacionales, científicos de datos y programadores trabajen juntos para crear, implementar, aplicar y respaldar métodos computacionales de vanguardia.

Pero esta interesantísima fundación posee otros departamentos de mucho interés, como la división Simons Foundation Life Sciences, cuyo objetivo es avanzar en la investigación básica sobre cuestiones fundamentales en biología, con un enfoque en los orígenes de la vida, la oceanografía microbiana y la ecología y evolución microbiana.
El filántropo James Harris Simons (1938) es matemático, agente de fondos, corredor de bolsa, e inversor. Después de su carrera académica como matemático, Simons fundó, en 1982, Renaissance Technologies Corporation, una firma de inversión privada con sede en Nueva York, con más de 15000 millones de dólares en activos. En 1994 constituyó su fundación privada, que invierte cada año un mínimo de 300 millones de dólares. Simons, a través de fundaciones, ha comprometido en los últimos años 38 millones de dólares para el estudio de las causas relacionadas con el autismo y ha mostrado la intención de seguir invirtiendo en esta causa.
Es la mayor inversión privada en el ámbito de la investigación sobre el autismo realizada en todo el mundo.