Eduardo Fernández / Terabithia
Dos manos atesoran, miman y protegen la poca agua que una de las lagunas de la meseta toledana de Calzada de Oropesa ha recogido en estas semanas de lluvia intensa en septiembre. Es ésta una alegoría gigante, dibujada en plena Naturaleza, con Gredos y el Almanzor como decorado de fondo y sólo visible a vista de pájaro: «La solución a la escasez de agua, su protección y preservación está en nuestras manos pero, si no actuamos inmediatamente, con medidas globales radicales, el agua se nos irá de las manos». Son palabras del mundialmente reconocido artista Saype, quien explica que el arte, sea del tipo que sea —y por supuesto su visión personal creativa—, va mucho más allá de lo meramente estético para cumplir una de sus funciones principales: llamar la atención sobre problemas reales, remover la conciencia de la sociedad e impulsar a la acción. Sus ‘lienzos’ gigantes ultrarrealistas en la Naturaleza con una pintura biodegradable que él mismo inventó, dicen mucho de la personalidad de un activista del arte y la concordia, quien para no desvelar la sorpresa no nos permite contar —o mostrar, aunque sí fotografiar— hasta el momento en que se publican estas líneas, cómo es y qué representa su primera obra en España. Eso sí, nos recibe con alegría y magnífico humor (a pesar de que lleva ya casi una semana pintando al aire libre a un ritmo frenético para cumplir los plazos y la lluvia le ha complicado varios días la tarea) para explicarnos el porqué de esta mega pintura efímera, por qué crearla en este momento y qué se pretende con la acción ‘En tus manos’, el proyecto impulsado por StepbyWater.
StepbyWater es una iniciativa integral, una alianza multisectorial pionera, integrada por compañías e instituciones referentes en sus sectores, como Aqualia, Coca-Cola, Cruz Roja, L’Oréal, Alma Natura, Grupo García Carrión, Mahou-San Miguel o la Real Federación de Natación Española. Bajo una sola marca, StepbyWater aúna, aglutina, propicia e impulsa de una forma integrada, holística, transversal y en un marco de alianzas, iniciativas supranacionales como la Agenda 2030, el Decenio de Acción para el Agua, Cumbres por el Clima y Agendas urbanas, la llamada a la acción de la sociedad y el mundo de la empresa para preservar el agua.
Recurso limitado y limitante
Nos lo explica a pie de laguna, sin pisar la obra de Saype, Raquel Paiz Robles, quien se ocupa de la Comunicación y la Estrategia desde la creación de esta alianza de la sociedad civil y empresarial con la voluntad de «posicionarse como un actor clave de Revolución Cultural del Agua». »El agua es un recurso limitado, pero es que además es un recurso limitante —explica—; sin agua, obvio, no hay vida, pero si el agua es escasa o inexistente no hay ninguna posibilidad de desarrollo para los pueblos, ni social, ni económica y, desgraciadamente, la falta de acceso al agua se ha convertido en una de las principales causas que aumenta la brecha con los países en vías de desarrollo, foco de conflicto e inestabilidad y circunstancia limitante en el camino hacia la equidad y la justicia social». Hoy, unos días después de que nos atendiera un Saype en plena faena, se ha celebrado en la propia laguna la presentación de la campaña ‘En nuestras manos’ de StepbyWater.
Tiempo para dejar huella
Pudiera parecer apocalíptico, pero es todo lo contrario, Guillaume Legros (Saype), nacido en la frontera franco-suiza, viaja por todo el mundo para difundir mensajes de optimismo, esperando que «con la difusión de sus creaciones las personas se sientan inspiradas para hacer cambios en sus propias vidas y comunidades y se den cuenta de que estamos a tiempo de actuar». Forbes le destacó como una de las 30 personas menores de 30 años más influyentes del mundo en las artes y la cultura. Hoy, aún con sólo 34 años, reflexiona sobre «nuestras experiencias como personas» y le interesa una «mirada crítica hacia la cultura del desperdicio y el consumo descontrolado». Trabajó como sanitario durante años, en contacto el sufrimiento humano y la muerte: «Entonces no paraba de hacerme preguntas, y de decirme a mí mismo que algún día ya no estaré, pero que puedo, ahora, dejar un mensaje de concordia, una huella con mis creaciones, pero sin dejar huella en la Naturaleza».
Sus obras desaparecen al cabo de los días integradas en el sustrato del terreno por la composición orgánica y biodegradable de su pintura eco-responsable. «Entiendo el arte como una expresión al servicio de lo humano, y me preocupa ser capaz de trasmitir optimismo con mi peculiar manera de hacer poesía».
Pero a nosotros, que le acompañamos —perplejos— en los últimos retoques a su ‘obra castellana’, lo que más nos impresiona es su capacidad de compresión espacial, su conocimiento matemático y geométrico y su personal técnica: mientras, mochila a la espalda, mide al detalle cada dosis de spray de pintura que expele con una máquina similar a las utilizadas para rociar productos a las plantas, consulta un manojo de bocetos y cartografías que le explican el sitio exacto y la cantidad precisa de color que debe imprimir en el terreno. Un dron le ayuda a observar desde el aire cómo avanza su trabajo, al mismo tiempo que filma el proceso y fotografía, una vez terminada, la obra con la que Saype ha querido por primera vez dejar su «huella» en España. «Perdón, me concentro de nuevo, sigo pintando, os tengo que dejar, sólo tengo tres días para terminar pero, por favor, hablamos de nuevo pronto y ¡Seguimos en contacto!» Así de cercano y natural es Saype, un genio con la pintura y los pies en la tierra, que mira el mundo desde el aire, y que seguro que en otra vida debió ser un pájaro.