XXXII Seminario Permanente de Ética Económica y Empresarial de FUndación Étnor: ‘Valores humanistas para el siglo XXI: un reto también para las empresas

Fundación ETNOR / TFundaciones / Valencia / ESP

En su conferencia ‘¿Rentabilidad o dignidad? En qué valores educar a profesionales y ciudadanos’, pronunciada en un acto celebrado en el Jardín Botánico de Valencia y con la participación de la rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre y del President de la Generalitat Ximo Puig, Javier Gomá, filósofo con mayúsculas, autor de la Trilogía de la Ejemplaridad y director de Fundación Juan March, refirió como punto de partida el doble fin de la educación: la formación de profesionales y de ciudadanos, es decir “enseñar al niño a ser útil a la sociedad y despertarle un sentimiento”. O dicho figuradamente: “Suministrar al niño un manto en el que envolver su desnudez y un mapa con el que orientarse por los laberintos del mundo”.

La vida no se regala, hay que ganársela, y el mejor medio es dominar un oficio, ser un buen profesional. El mundo nos obliga a alienarnos con un oficio, explicó Gomá “a perder parcialmente la vida, pero solo para ganar” ya que, desde que se conserva testimonio literario, “la sociedad ha reconocido la función que ha cumplido y cumple el oficio: satisfacer una necesidad social”. Por ello, los programas formativos se ocupan de la formación de buenos profesionales que, con su oficio, puedan ganarse la vida.

Es ciudadano quien ha despertado al sentimiento de su propia dignidad

Ahora bien, contar con buenos profesionales no es lo más importante, “antes que ser profesionales está el ser ciudadanos” y es ciudadano “quien ha despertado al sentimiento de su propia dignidad”. Por ello, los programas formativos en disciplinas prácticas deben completarse con otras ajenas a la productividad en el mercado que despierten “el sentimiento de la dignidad propia y ajena y que inculquen el respeto por uno mismo y los demás”. Esta es la razón de las humanidades: formar ciudadanos.

Es con el auge de las democracias en el siglo XX cuando la dignidad se democratiza, todas las personas la poseen, aunque “nadie la había echado de menos en milenios anteriores y que en muchas regiones del planeta sigue ignorándose”, explicó. Este proceso de generalización de la dignidad es “un costoso aprendizaje colectivo, una lección no escrita”, y es “una verdad moral que se ha impuesto” y que tiene como máxima “vive tu vida conforme a la excelencia de la que eres portador”.

El profesional y el ciudadano están sometidos a cierta tensión, nunca se integran del todo, y esta tensión es muy visible en el mercado, fuente de riqueza, bienestar y justicia social de los países. Sin embargo, explica Gomá, “el mercado está expuesto a un peligro relacionado con las leyes de la economía, y es que tiende por ley al lucro infinito.  “Si no se ofrece una fuerte resistencia a ese dinamismo natural del mercado, el ciudadano no recibe el respeto que merece, es tratado como una cosa. Sin embargo, la sociedad la forman personas capaces de oponerse, en nombre de la dignidad, a las “inmunidades del poder”. “No hay contrapoder comparable al de una ciudadanía ilustrada que ha asimilado a fondo su doble educación”.

En su bienvenida como anfitriona, la rectora de la UV Mavi Mestre destacó el trabajo de Étnor en defensa de los principios y valores que caracterizan “la etapa democrática más larga y avanzada de nuestra historia, pero no exenta de amenazas, la democracia no es irreversible”. La rectora de la UV considera que la defensa de los derechos humanos, la protección de los débiles y los imperativos éticos deben protegerse, “más en tiempo de zozobra”. Estos principios son, en su opinión “la guía para avanzar como sociedades justas, promotoras de la tolerancia y la equidad y defensoras de los más débiles”.

Palabras de reconocimiento a Étnor también del President de la Generalitat: “en tiempos muy difíciles para nuestra reputación ética, Étnor fue un faro que iluminaba el camino correcto,” y se ha mostrado confiado en que sea “un dique para frenar el retroceso ético”. Ximo Puig se ha referido a valores como el respeto, el diálogo y la lealtad y ha asegurado que “nuestra sociedad hoy es mejor”, más concienciada, menos indiferente y más convencida de que “la ética es el capital más rentable”.

En su intervención, Ximo Puig agradeció a los patronos de la Fundación y a Adela Cortina, catedrática de Ética y Filosofía de la Universitat de València, el «compromiso permanente» con la sociedad valenciana, que, según ha subrayado, «prestigia nuestra tierra y eleva el listón ético de la sociedad», y ha hecho que Étnor se convierta en «un faro que ilumina el camino correcto». Asimismo, puso en valor las «bases éticas sólidas» exitosas en la Comunitat Valenciana a través del ejercicio del «respeto, el diálogo y la lealtad», que «permitirán afrontar mejor los futuros desafíos». En este sentido, el jefe del ejecutivo valenciano ha abogado por anteponer el «deber al interés» y evitar la «polarización».

Dignidad empresarial

En el cierre de la clausura, el presidente de Étnor, Pedro Coca, lamentó los ataques “partidistas y de oportunidad” a la dignidad de los empresarios y ha afirmado no compartir “esa manera de hacer política y construir sociedad”. “Defendemos que la empresa ética es un bien público cuya misión va mucho más allá de una cuenta de resultados”, asevera Coca. “Nuestra sociedad necesita buenas empresas y empresarios excelentes para construir una sociedad mejor.  Sólo desde la generación sostenible de riqueza -y ese es uno de los cometidos de las empresas, no el único- se puede hacer una sociedad más justa e igualitaria. La dependencia y el subsidio, a largo plazo, acaba trayendo indignidad”, ha concluido Coca.


Ética en los negocios

Promover el reconocimiento, difusión y respeto de los valores éticos implícitos en la actividad económica y en la calidad de las organizaciones e instituciones públicas y privadas es la misión actual de Fundación Etnor, consolidada como referente en España tras más de tres décadas de trayectorio. En 1991 un grupo de reconocidos empresarios y académicos valencianos ponen en marcha el Seminario Permanente de Ética Económica y Empresarial. Todos ellos compartían una inquietud común: reflexionar sobre las cuestiones éticas implícitas en las actividades económicas y empresariales.

Tras tres años de debates y reflexiones, en 1994 el proyecto se institucionaliza como Fundación Étnor (ética de los negocios y las organizaciones). Étnor surge como una de las primeras organizaciones en España integrada por empresarios, directivos y académicos, y dedicada primordialmente al fomento de la Ética de la Empresa y de las Organizaciones.

Étnor y la Ética

Aplicando la Ética – Étnor (etnor.org)

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