Sierra del Segura,

paraíso de la biodiversidad

 

Espacios rurales mágicos, historia y aventuras en las montañas de Albacete

  • Eduardo Fernández G / Terabithia Media

Describir en unas líneas con media docena de fotos los pueblos albaceteños de la Sierra del Segura, explicar cómo son sus gentes, la riqueza de su paisaje y su biodiversidad, resumir su legado histórico y los vestigios del pasado que admirará el viajero; o bien las posibilidades de diseñar a la medida de cada estado físico maravillosas rutas de trecking —coronando alguno de los techos de Castilla-La Mancha o descendiendo a sus prístinos ríos por insólitos cañones—, enumerar los mil y un caminos naturales para senderistas tranquilos, o glosar la rica gastronomía de la región producto del sincretismo de saberes y pensares de las diferentes culturas que modelaron el ser de estas gentes recias, siquiera apuntar un esbozo de las costumbres populares serranas… Sería como intentar… A ver: ¡es imposible!

Sólo hay un modo de atisbar lo que una de las regiones más insospechadas —y aún desconocidas por muchos— de Castilla-La Mancha ofrece al viajero: decidir hoy mismo que cualquier día es perfecto para escapar hasta allí. Quien en su recorrido no oiga el manido “Aquí me quedaba yo a vivir”, el clásico “Una casita de aquí, para el fin de semana y las vacaciones”, o el típico “Ésta sí que es comida como la de la abuela”, es que no se ha bajado del coche. Así que, fijen su primer destino, carretera y manta…

El Río Mundo es uno de los estandartes más conocidos —y con merecimiento—, pero marquen por ejemplo en el navegador Elche de la Sierra. Oferta hostelera de calidad no falta en éste y en cualquiera de los pocos municipios que componen esta comarca reducida pero tan diversa, tampoco buenas viandas y multitud de propuestas de actividades al aire libre. Así que, ¿dónde está el problema? ¡A probar! Todo concentrado, pero tanto y tan bello que seguro repetirán.

La huella de las civilizaciones

En el siglo III antes de Cristo se data uno de los acaecidos históricos reivindicados por Elche de la Sierra: —Durante las batallas colonizadoras que los cartagineses libraron contra los pueblos bastetanos autóctonos, muere Amílcar Barca, el mítico general jefe de las tropas de Cartago y padre del ‘creador de la estrategia bélica moderna’ Aníbal Barca (del fenicio, ‘Quien goza del favor del rayo’). Según algunos autores clásicos como Polibio, las hordas íberas al mando de Orisson  derrotaron en Hélice (Elche) a los cartagineses —relatan, otras fuentes, que ello fue no por superioridad guerrera, sino por conocimiento del abrupto terreno, tan escarpado en las hoces fluviales que sorprendió a los invasores llegados de las planicies de la meseta norte—.

—»Amílcar, herido, se habría ahogado intentando atravesar el río Mundo o el Segura, o…» Tanto hay de leyenda como de historia en este cantar, pero a solo dos kilómetros del pueblo, en El Mirador de Amílcar Barca, encontramos, aparte del monolito simbólico que conmemora su muerte, una zona de esparcimiento peculiar, pues cada mesa de piedra para merendola o ajedrez  —o para charlar al atardecer— representa cada una de las civilizaciones que hollaron y poblaron estas tierras (la íbera, la cartaginesa, la romana, la visigoda y la árabe) y cuyo genoma está en la sangre de los elcheños. A escasos doscientos metros, dos tumbas visigodas. Como dicen en el pueblo: “¿Y cuánto más habrá bajo nuestros pies?” Pues tanto como ante nuestros ojos, y sobre nuestra cabeza, en la Sierra del Segura albaceteña, comarca acreditada por Fundación Starlight, entidad que distingue regiones que son ejemplo de protección y conservación de la naturaleza e incorporan además a su oferta el ‘Turismo de las Estrellas’.

Entorno primaveral en las colinas cercanas a Elche de la Sierra: olivo y almendro son símbolos serranos. La gestión del territorio en armonía con las actividades agropecuarias es un ejemplo de sostenibilidad en la Sierra del Segura © E. Fdez

Un espacio ecológico y patrimonial bien conservado, debido al uso sostenible y racional de los recursos naturales que los habitantes de la comarca han realizado desde tiempos inmemoriales, y a esa actividad comercial, agrícola y ganadera en armonía con el entorno que hoy disfruta el forastero. Y el autóctono. El olivo, la madera y el ganado ovino, con la oveja segureña como tesoro local por la calidad de sus sabrosas carnes. Aquí es posible vivir una de las mejores escapadas en Castilla-La Mancha.

La madrugada del 28 de mayo de 1964, diez mozos de Elche de la Sierra salieron a escondidas de sus casas y realizaron una alfombra de viruta de colores a lo largo del recorrido de la procesión del Corpus, sorprendiendo a todos los vecinos al amanecer. Francisco Carcelén, comerciante del pueblo, quien en uno de sus viajes a Cataluña contempló las alfombras de flores que allí se realizaban, convenció a un grupo de amigos explicándoles que en las calles de Elche se podían realizar alfombras similares con excedentes de viruta de explotaciones madereras tintados con diferentes tonos. Casi sesenta años después, las Alfombras de Serrín, son una de las manifestaciones artísticas populares más interesantes de España. Las peñas alfombristas, en las que participan casi todos los vecinos, se afanan cada primavera en innovar y descubrir todas las posibilidades del serrín, modificando técnicas y sorprendiendo a propios y forasteros tras una noche completa en vela dedicados al arte efímero. Apunte el lector en el calendario y vaya reservando en cualquier pueblito de la zona: jueves 16 de junio, El Corpus; 17, 18 y 19 de junio, Alfombras de Serrín de Elche de la Sierra y, el 19, Domingo de Corpus, en todo Castilla-La Mancha.

     

Panorámica a vista de pájaro de Elche de la Sierra (abajo izda.), Arriba se distinguen las aguas turquesa del Embalse del Talave y, a la derecha, el Embalse del Cenajo, cuya cabecera marca el límite con la provincia de Murcia; a la derecha, abajo, serpenteando entre bosques, el cauce del río Segura. © Terabithia Stock / data: Google Sat.

Resines y Ciges en un fotograma de ‘Amanece que no es poco’ y uno de los miradores que nos guían por la ruta de ‘Los Amanecistas’

Molinicos © Terabithia Stock

La Suiza Manchega

En esta Sierra todo es poético, cinematográfico y real al tiempo y, en Ayna, de forma especial, porque allí ‘Amanece que no es poco’. Y no es un decir. No. El verano de 1988, en la Suiza Manchega —y esto no es poesía— se rodó la mayor parte de una obra maestra pero sin premio del cineasta inclasificable José Luis Cuerda, realizador que había creado para televisión la exitosa adaptación de la novela ‘El Bosque Animado’. Un filme indescriptible, surrealista, como los escenarios reales de esta sierra donde los Saza, San Francisco, Gabino Diego, Aleixandre, Resines, Rellán, Pastora Vega, Gamero, por supuesto el inmortal Ciges, entre tantos otros, y algunos extras locales (el mejor reparto de la historia del cine español, según Berlanga) encontraron la inspiración en cada edificio, plaza, reguero y huerto. A las horas del rigor, tamaño elenco, junto a equipos de rodaje y lugareños que echaban una mano con los trastos del cine o hacían de extras, se resguardaba de la canícula estival en las pocas tabernucas de la zona, para disfrutar de un refresco o un café y echar la partida mientras alababan las hazañas en Francia de otro hijo visigodo, Perico Delgado, quien se coronó rey del Tour de Francia aquellos días de filmación. Pregunten por esos pueblos a los mayores, que se acordarán, y les contarán anécdotas. Y váyanse por la Sierra del Segura con la película ya vista y revista si aún no la han disfrutado.

En la Oficina de Turismo de Ayna (también hay varias secuencias filmadas en Molinicos y Liétor) se facilita un callejero con todas las localizaciones de los lugares del rodaje de las escenas, señales y numeración y descripción de la escena rodada en cada sitio.  ‘El Semillero de Hombres’ (los hombres sembrados) en la ribera del río Mundo… ‘El Mirador del Sidecar’…

Caminando por la calle Mayor, encontrarán la ermita de Los Remedios de Ayna, originalmente una sinagoga judía, parroquia de culto cristiano desde el siglo XIII. Parece que allí se hubiera erigido para recoger las oraciones de caminantes y comerciantes que emprendían el tortuoso camino rumbo a tierras murcianas, pues apenas a cinco minutos a pie podemos enlazar con el que quizás sea el tramo más bello del sendero de largo recorrido GR-67, el Sendero del Mundo (112 kilómetros de camino serrano entre Alcaraz y Hellín, ruta por la frontera entre Al-Andalus y Castilla durante siglos), que pasa por Las Eras de la Sal, junto al Mirador del Río Mundo (espectacular) y los poblados de Alcadima y Casas de las Monjas, el pueblo de Híjar… y así, hasta Liétor. Los más valientes y preparados llegan andando hasta el Embalse del Talave, construido hace más de 100 años y que dispone de zonas aptas para el baño y para la pesca deportiva y recreativa.

Por cierto, cómo es Liétor. Colgado sobre la Hoz del Mundo, en la cresta del roquedal… esas imposibles casitas de cimientos excavados en la piedra. Con su sobria iglesia parroquial consagrada al apóstol Santiago, con la Ermita de Nuestra Señora de Belén y el convento de los Carmelitas Descalzos, monumentos sacros declarados Bien de Interés Cultural. Un buen cordero de allí, a la brasa siempre, con unas patatas al montón, ensaladas ecológicas a la usanza con aceite de allí, migas, atascaburras y un “imposible elegir un sólo aperitivo” harán feliz a quien guste de la comida tradicional. No olviden probar potaje bochero o un guiso triguero. Y mojen con el mejor pan de horno, y de leña, elaborado por auténticos artesanos, con recetas que se han ido guardando de generación en generación para elaborar además productos tan típicos y exquisitos como los rollos de anís o los suspiros. Un café y a seguir camino…

Paraíso de la biodiversidad

Toda la Sierra de Segura albaceteña es lugar de nidificación y residencia importante para el quebrantahuesos, y para aves rupícolas como las águilas perdicera y real, el maravilloso búho real, el halcón peregrino, y por supuesto para otras rapaces de costumbres forestales, como las águilas calzada y culebrera o el abundante pero esquivo azor. El busardo ratonero también es frecuente; y están presentes el gavilán y el cárabo común.

Destaca además la presencia de carnívoros como el zorro, la jineta, la garduña, o el topillo de Cabrera y la nutria; también ungulados como la cabra montés, el ciervo, el gamo, el jabalí y el muflón. Hay reptiles y anfibios endémicos como la lagartija de Valverde y el sapo partero ibérico.

La variedad y endemismos de la flora también son de admirar: prados de lastón, herbáceas diversas, el sabinar de alta montaña y el matorral, con el cojín de monja o asiento de pastor,  el astrágalo y la hierba pedrera. El pino salgareño es el emblema botánico de la sierra, y aquí se pueden admirar los mejores bosques españoles de esta conífera y donde se concentra la mayor densidad de poblaciones de rapaces. Históricamente se ha aprovechado la madera dura de este pino, que alcanza los 50 metros de alto y vive centenares de años, para la construcción civil y naval, desde las vigas y cabríos de las casas, hasta postes de teléfono y electricidad, traviesas de ferrocarril, o los palos y las vergas de los barcos. Quejigos y melojos, el arce granadino, son abundantes en los fondos de valle. Y a menos altura, el bosque mediterráneo, con encinas, madreselvas y madroños…

El pino salgareño es el emblema botánico de la sierra, y aquí se pueden admirar los mejores bosques españoles de esta conífera © Terabithia Stock / Garcés Rivero

Vista aérea del Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima. A la derecha se aprecia la meseta que recoge las aguas que luego brotan en la cascada del nacimiento, provocando ‘El Reventón’, que se produce en el punto oscuro de la imagen y se capta en la imagen superior.  © Terabithia Stock / data: Google Sat / Garcés Rivero

Donde nace el Mundo

El río Mundo desciende encajonado entre huertas a los pies del Monte Urban y los Picarzos, hasta cruzar Ayna, pero surge del interior de la Cueva de los Chorros, en el Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima, que culmina a 1.694 metros en el pico Argel sobre una amplia plataforma amesetada —una muy extraña y caprichosa formación geológica—, lo cual ha favorecido los procesos de karstificación y está en el origen del fenómeno conocido como El Reventón. La cueva tiene una profundidad explorada —nada menos— de más de 50 km (aunque se cree que mide casi el doble) y puede ser visitada en grupos organizados de espeleología.

Esta surgencia kárstica puede ‘reventar’ varias veces al año si llueve lo suficiente o la acumulación de caudales es importante, como en los últimos días del mes de marzo de 2022, por lo que esta Semana Santa es una época idónea para visitarlo. Agua seguro que habrá, y en abundancia. Estar allí en el momento preciso es cuestión casi de suerte, pero garantiza un espectáculo espontáneo sobrecogedor: una inmensa cascada de agua limpia expelida por la roca a propulsión, un fenómeno natural provocado por una crecida repentina en el nacimiento fluvial que puede llegar a multiplicar por mil su caudal en cuestión de minutos. El río es el propio rebosadero del acuífero que nutre el Calar del Mundo y así nace, o aparece, en una cascada de más de 80 metros de altura que dibuja el arcoíris cuando se funde con el sol.

Hasta allí se llega preferentemente desde Riópar. Si quieren alojarse o comer bien acudan al Pueblo Viejo de Riópar: fue abandonado hace décadas pero se ha rehabilitado en un coqueto conjunto de casas rurales y restaurantes sobre una peña que domina el valle y donde están los restos del antiguo castillo. El nuevo Riópar surgió en torno a las Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz, construidas para aprovechar la calamina presente en la zona y fabricar bronce y latón. Actualmente alberga una oficina de turismo, donde ofrecen todo tipo de sugerencias, y el Museo de las Reales Fábricas.

Pinacotecas rupestres y La Atalaya, el techo de Albacete

Llegar hasta Nerpio, el municipio más al sur, es una aventura de día completo, algo más de una hora de carretera desde Elche, pero sin duda merece la pena, pues en su término se conserva alrededor de un 70% de las pinturas rupestres de la provincia, algunas de ellas incluidas en el Conjunto de Arte Rupestre del Arco Mediterráneo en la Península Ibérica, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. Abrigos rocosos y cavidades en los que se pueden disfrutar dibujos de animales, cazadores y hasta chamanes de miles de años de antigüedad. Algunos expertos aseguran que el mayor tesoro pictórico prehistórico de la zona es el conjunto de la Solana de las Covachas. Hay arte rupestre visitable también en Ayna (Cueva del Niño) y en Socovos.

Más información sobre arte rupestre en la zona

https://cultura.castillalamancha.es/patrimonio/yacimientos-visitables/arte-rupestre-de-la-cueva-del-nino-en-ayna

Desde tierras andaluzas se llega con mucha comodidad a Nerpio, y a sus alrededores, que cuentan, como el resto de pueblos de la sierra, con oferta de turismo rural y de aventura para todos los públicos; también turismo ornitológico: nada menos que 180 especies de aves han sido observadas y catalogadas en este entorno protegido. El techo de Albacete, La Atalaya, en la Sierra de las Cabras, con 2.083 metros de altura y accesible a pie desde cerca del pueblo —sólo para los entrenados—, es la segunda cumbre más alta de Castilla la Mancha tras El Pico del Lobo, en la Sierra de Ayllón (Guadalajara). La literatura no da para describir ni las panorámicas a los cuatros vientos ni la satisfacción de quienes llegan hasta el cercano vértice geodésico para hacerse su orgullosa ‘foto de perfil’.

El pico de La Atalaya, techo de la provincia de Albacete © Terabithia Stock / Garcés Rivero

Agroturismo, historia y música

Los municipios de la comarca, la Diputación de Albacete y la Junta de Comunidades han impulsado desde los Años Noventa el apoyo al turismo y la adaptación de la zona para proporcionar nueva y cuidada oferta, con servicios adicionales, como oficinas de información turística comarcal y por supuesto, la recuperación y revalorización del patrimonio: arte rupestre levantino, castillos, ermitas, caminos, ruinas, órganos barrocos, museos etnográficos o centros de interpretación del patrimonio, como el de la Orden de Santiago de Yeste (junto al precioso embalse de La Fuensanta, formado en medio del curso del Segura), o el curioso centro del Nízcalo en Molinicos. También es posible localizar explotaciones agrícolas totalmente ecológicas donde explican a niños y mayores cómo funciona un huerto, sus procesos, herramientas, aperos y los distintos tipos de frutas, verduras, hortalizas y plantas aromáticas que se pueden cultivar. Degustación de productos frescos recién recolectados, infusiones de hierbas y en alguno de estos establecimientos, comida y alojamiento a la lumbre de una acogedora chimenea.

A un poquito más de una hora de Elche de la Sierra se llega a la capital provincial, de siempre recomendada visita y pernocta, hito en el camino de retorno hacia el norte y noreste peninsular. Si al viajero le cuadra de regreso de la Sierra de Segura (o de cualquier otro punto de España), que igual sí, pues es día festivo, el Lunes de Pascua, 18 de abril, el Teatro Circo Albacete acogerá un singular concierto a dúo de las sopranos Lucía Escribano y Ana Seixas (amigas desde su encuentro en Milán, donde perfeccionaron su técnica vocal) en el que se representará una recopilación de los ‘Ave María’ más famosos y hermosos jamás escritos. Interpretados en un escenario oscuro, iluminado solo por la suavidad e intimidad que proporcionan las velas artificiales del escenario, que creará un ambiente en la sala de una mística indescriptible de recogimiento y sencillez envuelto con el manto de belleza de los ‘Ave María’. Un recorrido por la pieza de música sacra quizás más representada y versionada de la historia, a través del tiempo, las diferentes culturas y autores.

El Cagasero y el Pico de Las Cabras, zona de ‘trecking’ cercana a La Atalaya, donde se pueden realizar interesantes rutas circulares a pie

OTRAS ACTIVIDADES

  • Deporte de aventura

Barranquismo en el descenso del Arroyo de los Marines o adrenalina pura en La Vía Ferrata, con recorridos verticales y horizontales, guiados por expertos y con equipamiento especial: clavos, grapas, presas, pasamanos, cadenas, puentes colgantes y tirolinas; para que lleguen con facilidad a zonas de difícil acceso los senderistas y personas no habituadas a la escalada.

  • Museo geológico de Socovos

Desconocido, pero sorprendente es el museo del ‘Maleta’ en Socovos, que se puede visitar a través de la oficina de turismo de la localidad. Aquí se exponen objetos únicos. Más de 10.000 fósiles, un tesoro de la geología de la Sierra del Segura.

  • EL Bujero desde Molinicos

 El Bujero es un curioso orificio natural en la roca a unos 1.100 m de altitud desde donde se aprecian unas panorámicas impresionantes. Desde allí se puede divisar gran parte de la Sierra del Segura y parte de los términos de Molinicos, Elche de la Sierra y Letur. La ruta comienza en el centro urbano de Molinicos y baja hacia el casco antiguo del pueblo para comenzar una subida que lleva a la aldea, ya deshabitada, conocida como Las Hermanas, cuyo reloj instalado en la primera mitad del siglo XX es todo un símbolo de la zona.

  • Caza y pesca en Férez

La joya serrana, así se conoce también a Férez, en el sur del cauce del río Segura. Un casco urbano encantador y un entorno en que practicar actividades cinegéticas dependiendo la época del año y las vedas y también diferentes tipos de pesca deportiva.

  • Visita al CEA La Dehesa

Centro dedicado al Turismo Rural y a la Educación Ambiental cerca de Riópar, que muestra todos los secretos de la flora y fauna de la comarca. Un recorrido guiado por monitores, muy recomendable para niños, a pie, de unos dos kilómetros, observando de manera cercana las especies más representativas de la fauna ibérica (anátidas, lobos, jabalíes, ciervos, muflones…), cada una en su propio hábitat.

  • Castillo de Yeste

Una monumental fortificación de origen andalusí bien conservada, de estilo ya gótico por sus transformaciones posteriores, y de imprescindible visita para quien quiera conocer cómo disponían sus ciudades los musulmanes en torno a una fortaleza, y su evolución en residencia palaciega con los cristianos.

  • Esculturas en la roca

Al pueblo de Bogarra es muy interesante acudir realizando senderismo desde el paraje de la Junta de los Ríos. Cada año un grupo de escultores de toda España tallan sus obras directamente sobre la roca creando, y legando para el patrimonio, la Ruta de las Esculturas en el entorno de la Hoz del río Madera. Una experiencia diferente para todos, especialmente indicada para disfrutar de paseos tranquilos con niños en plena naturaleza. Les fascinará.

   

CONTENIDO EXCLUSIVO ELABORADO PARA LA JUNTA DE COMUNIDADES DE CASTILLA-LA MANCHA

© Terabithia Press 2022

Work

terabithia world’s wildlife photography

En el arte de la fotografía, que es por excelencia el arte de la oportunidad, una sola golondrina suele hacer todo el verano.

Sin embargo, también como las golondrinas, esa sola fotografía sumaria no hubiera sido posible sin todas las otras

gabriel garcía márquez

Periodista

Nobel de Literatura 1982

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