Los recursos pesqueros del Atlántico nororiental, que son vitales en términos ecológicos y económicos, están siendo sobreexplotados debido a que los Gobiernos llevan años sin ponerse de acuerdo en cómo asignar las cuotas de estas especies

Terabithia Press / Madrid / Fotos MSC

El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM), que ofrece asesoramiento científico en torno a cuáles son los niveles de captura sostenibles, ha publicado nuevos datos que demuestran que las cuotas de pesca de la caballa, del arenque atlántico-escandinavo y de la bacaladilla fijadas para 2021 superaban, otra vez, los límites que recomiendan los científicos para este año en unos porcentajes del 41%, 35% y 25% respectivamente.

Las poblaciones de peces pueden agotarse si se sobreexplotan durante mucho tiempo, como fue el caso del arenque atlántico-escandinavo, que se agotó en la década de los 60 y tardó 20 años en recuperarse. Preocupan los datos publicados por el CIEM que indican que en los últimos años estas tres poblaciones de peces han experimentado una tendencia descendiente, sobre todo en el caso del arenque, que ha caído un 36% en la última década.

Juntas, estas poblaciones de peces pelágicos del Atlántico nororiental conforman una de las poblaciones de peces más grandes de Europa que pescan algunos de los países más ricos del mun do. Sin embargo, no se ha llegado a ningún acuerdo en cuanto al reparto de cuotas de pesca para la caballa durante más de una década, ni para el arenque desde 2012 ni para la bacaladilla desde 2014.

Las poblaciones de caballa, bacaladilla y arenque atlántico-escandinavo del Atlántico nororiental se comparten entre los estados que conforman las partes firmantes de la Comisión de Pesquerías del Atlántico Nordeste (CPANE) y que son: la Unión Europea (UE), Noruega, Islandia, Rusia, Islas Feroe, Groenlandia y, más recientemente, Reino Unido, nación que en 2020 se declaró Estado ribereño independiente. Dado que la cooperación entre todos los Estados, las normativas de pesca claras y las cuotas de captura basadas en datos científicos son unos elementos tan decisivos​ en cualquier sistema de gestión pesquera sostenible y efectivo, para el Estándar MSC de Pesquerías «son requisitos fundamentales». En este sentido, como muchas pesquerías de especies pelágicas de la región ya habían obtenido la certificación conforme al Estándar MSC de Pesquerías, en los últimos años se ha procedido a suspender a cada una de ellas hasta que se pueda llegar a un acuerdo internacional sobre las medidas de gestión a adoptar a largo plazo.

Caballas. Foto: Clive Streeter

Ésta es la razón por la que la organización dedicada a la certificación del pescado sostenible Marine Stewardship Council (MSC) pide actuar con urgencia «ya que los recursos pesqueros del Atlántico nororiental, que son vitales en términos ecológicos y económicos, están siendo sobreexplotados debido a que los Gobiernos llevan años sin ponerse de acuerdo en cómo asignar las cuotas de estas especies para conseguir salvaguardar a la vez el futuro de dichos recursos». MSC insta a los legisladores de las naciones pesqueras del Atlántico nororiental a que durante las próximas reuniones de los Estados ribereños, a celebrar entre el 19 y el 27 de octubre de 2021, lleguen a un acuerdo compartido para gestionar estos recursos naturales, que debe ser acorde a los últimos dictámenes científicos, publicados por el CIEM el 30 de septiembre, en torno a los niveles de capturas para 2022. De lo contrario, alerta MSC, las consecuencias podrían ser devastadoras para estas especies, para la biodiversidad local del océano y para las comunidades pesqueras que dependen de ellas.

Erin Priddle, directora regional de MSC para el norte de Europa ha declarado que : “Las poblaciones de peces atraviesan numerosas zonas de pesca internacionales y, por tanto, los acuerdos de reparto de cuotas de pesca entre los principales actores políticos son fundamentales para garantizar que se dejan peces suficientes en el mar para que las poblaciones puedan repoblarlo. El cambio climático hace que esta misión sea aún más urgente si cabe, ya que las poblaciones de peces se están trasladando ante el calentamiento de los océanos. Por lo tanto pedimos a los países pesqueros que, en la próxima reunión de los Estados ribereños, aparten sus intereses nacionales y se comprometan a adoptar medidas de gestión sostenibles para estas poblaciones de peces. Las pesquerías sostenibles y bien gestionadas no solo protegen la biodiversidad del océano, sino que son más resilientes al cambio climático y proporcionan mayor seguridad económica. Aunque cada pesquería tiene un papel que desempeñar, la cooperación internacional es esencial para garantizar la debida protección de estas especies. Los Gobiernos tienen la responsabilidad, en nombre del interés general, de proteger nuestros océanos para la generación actual y para las generaciones futuras».

Información sobre este conflicto más extensa y completa ofrecida por la organización MSC a nivel global puede ser consultada en el siguiente enlace:

Rich nations continue to overexploit North-East Atlantic fish stocks | Marine Stewardship Council (msc.org)

Descarga a continuación el informe en PDF sobre las poblaciones de peces pelágicos en el Atlántico nororiental

msc-small-pelagics-factsheet-december-2020.pdf