Los vehículos de empresa son responsables del 72% de las emisiones de CO2 de los vehículos de nueva matriculación

Fundación Ecodes urge utilizar la ‘reforma fiscal verde’ para dirigir la flota corporativa española

Los vehículos eléctricos híbridos enchufables son una falsa solución al problema de las emisiones, según Transport & Environment

Eduardo Fernández / Terabithia Fundaciones

Las entidades corporativas (empresas, instituciones, etc.) se benefician de ventajas fiscales (de las que no pueden beneficiarse los ciudadanos ni la mayor parte de los trabajadores autónomos por las mil y una trabas que tiene normalizadas la Agencia Tributaria) a la hora de comprar activos, lo cual les otorga una posición privilegiada a la hora de adquirir nuevos coches. Además, las compañías utilizan los automóviles durante menos tiempo que una persona física (de media unos 4 años), al cabo de lo cual son transferidos al mercado de segunda mano, informa Fundación Ecodes, entidad que considera que «la electrificación de las flotas es así clave y necesaria para la transición del parque automovilístico nacional hacia el vehículo eléctrico».

Movilidad INSoStenible

Según la citada fuente, en 2021 en España, el 57% de las nuevas matriculaciones de turismos se realizaron a través del canal empresa. Sin embargo, únicamente el 2,9% de esos vehículos fueron coches eléctricos de batería, lo que sitúa al país a la cola de los mayores mercados europeos que incluyen Reino Unido, Alemania, Francia o Italia, superando únicamente a Polonia. Además, los vehículos de empresa son responsables de más de dos tercios (72%) de las emisiones de CO2 de los vehículos de nueva matriculación, es decir, el 2% del total del país. Así lo concluye un nuevo análisis realizado por T&E y que cuenta con el apoyo de Fundación Ecodes.

La calle Bailén de Madrid, límite de entrada a la zona de emisiones cero. Foto: E. Fdez.
Peugeot e-2008, la versión eléctrica de batería del SUV urbano francés y fabricado en España.
Foto: Terabithia Stock

Dada la importancia de los vehículos de empresa en las emisiones del transporte español y el hecho de que esa flota sea particularmente adecuada para la electrificación, es un caso de potencial desperdiciado
que España esté por detrás de otros grandes mercados europeos en la adopción de BEV entre las matriculaciones corporativas. En 2020, la flota corporativa española tenía una tasa de adopción de BEV de sólo el 3%, lo que sitúa a España por detrás de los Países Bajos, el Reino Unido, Alemania, Bélgica, Francia e Italia, y sólo por delante de Polonia entre los principales mercados europeos. En 2021, a medida que la opción por los BEV aumentaba en la mayoría de los mercados, los BEV en la flota corporativa
española desviaban la tendencia, disminuyendo ligeramente hasta el 2,9%

Gran fuente de emisiones

Cristian Quílez, responsable de proyectos del área de Políticas Públicas y Gobernanza Climática de Fundación Ecodes afirma que de los coches de empresa que recorren las calles de España, muy pocos son eléctricos: «No podemos dejar sin abordar una fuente de emisiones tan grande”. La flota de coches de empresa es una de las mayores fuentes de consumo de petróleo y de emisiones de carbono en España. A menudo olvidada como fuente de emisiones del transporte por carretera, las matriculaciones de empresas representan más de la mitad (57%) de las nuevas matriculaciones de turismos cada año y siguen creciendo. Dado que recorren el doble de kilómetros al año que los turismos particulares, los vehículos de empresa son responsables del 2% del total de las emisiones de carbono en España. El citado análisis, firmado por la asociación T&E (NPO que tiene como misión «influir de forma positiva en el desarrollo de las políticas públicas para que sean ambiciosas, coherentes y justas»), asegura que «es posible encontrar la solución para reducir estas emisiones -la electrificación-» y que «la reforma fiscal puede orientar las flotas corporativas hacia este cambio».

Mientras que los consumidores se fijan en el precio de compra de un coche nuevo, las compras de las empresas se centran en el coste total de propiedad, «lo cual favorece a los vehículos eléctricos de batería (BEV) debido a sus menores costes de combustible y mantenimiento». El hecho de que los coches corporativos se conduzcan el doble que los privados acentúa aún más esta ventaja.

Híbridos enchufables, una falsa solución

Los vehículos eléctricos híbridos enchufables (PHEV), que funcionan con combustible fósil o con una batería cargada, componen la mayoría de los EV del parque empresarial español (69% en 2021). Esta evolución ha cambiado rápidamente con el tiempo, ya que los PHEV sólo superaban a los BEV en 2020, pero aumentaron sus ventas de forma espectacular al mismo tiempo que el crecimiento de las ventas de BEV se ralentizaba . Esta divergencia en las tasas de crecimiento sugiere que los PHEV están desplazando a los BEV en el mercado de los EV y explica el bajo crecimiento de los BEV en España en los últimos años, según el análisis de la asociación europea Transport & Environment, que se declara sin ánimo de lucro y que además asegura que «los PHEV están desplazando a los BEV en el mercado de los eléctricos, pero son una falsa solución».

Este lobbie NPO «trabaja en favor de un sistema de movilidad sin emisiones que sea asequible y tenga un impacto mínimo en nuestra salud, clima y medio ambiente». Creada hace más de 30 años, ha influido en la redacción y aprobación de algunas de las leyes ambientales más importantes de Europa, influyendo por ejemplo en que la Comisión Europea estableciera los estándares de CO2 más ambiciosos del mundo para automóviles y camiones, co-denunciando el escándalo del ‘dieselgate’, solicitando la prohibición global de los combustibles sucios para el transporte marítimo e incluso, recientemente, presionando a la compañía Uber para que adquiera el compromiso de electrificar de forma urgente sus flotas. Y lo ha logrado.

La red de carga rápida no está desarrollada ni siquiera en las grandes capitales españolas como Madrid; en las áreas rurales vehículo y electrificación es un oxímoron. Foto: E. Fdez.

Infraestructuras escasas y sin desarrollo

Siempre según las consideraciones emitidas en el informe de la NPO European Federation for Transport and Environment, organización dirigida por el belga William Todts, y cuya máxima responsable en España es la experta en Derecho Comunitario Isabell Büschel, «otra barrera para la electrificación de las empresas en España es el lento despliegue de la red nacional de recarga». «Esto se ve agravado por la distribución de la población con largas distancias entre las grandes áreas urbanas. Mientras que la mayoría de los cargadores de alta velocidad están desplegados en las metrópolis, muchos conductores de vehículos corporativos tendrán que realizar viajes interurbanos. «La falta de cargadores de alta velocidad, sobre todo en las zonas más rurales y a lo largo de los corredores de transporte, representa por tanto una barrera para la adopción de los BEV, ya que algunos viajes se vuelven inviables. España está a la cola de los países europeos, sólo por encima de Grecia y Luxemburgo, en el número de cargadores de alta velocidad por cada 100 km de carretera», concluye el informe, al que se puede acceder libremente en su versión completa en el siguiente enlace:

👉 Spain company car briefing – Spanish (ecodes.org)

Transport & Environment y ECODES proponen las siguientes cuatro reformas para los vehículos de empresa

  • Eliminación progresiva de la amortización de los vehículos de combustión (ICE y PHEV) entre entre2024 y 2028.
  • Eliminación progresiva de las deducciones del IVA para los vehículos de combustión entre 2024 y 2028.
  • Aumento del impuesto de matriculación (IEDMT) y del número de tramos
  • Reducción de la fiscalidad en especie para los empleados que opten por un BEV como coche de empresa