Las tasas de pobreza infantil en España son muy superiores a las de la población general. Las carencias durante la infancia se convierten en desigualdad de oportunidades en la vida adulta. Entender cómo eran las condiciones de este segmento de la población antes de la crisis de la covid-19 puede ayudarnos a preparar el futuro.
TP / FBLC / BCN / SPA / Photo: Garcés Rivero @StockTerabithia
En España, antes de la crisis de la covid-19, dos de cada diez menores vivían ya en hogares con pobreza laboral: hogares donde al menos un miembro trabaja, pero en los que la renta es inferior al umbral de pobreza, según de talla el informe del Observatorio de «la Caixa», que a su vez advierte que la pobreza de los menores implica a menudo privación material y es de carácter más crónico que hace una década. Otras advertencias: el porcentaje de menores cuyas viviendas están en malas condiciones de habitabilidad es menor en España que en dos tercios de los países de la UE; el porcentaje de menores cuya asistencia sanitaria se demora cuando es necesaria es también menor que la media de la UE; y los gastos en protección social dedicados a “familia e hijos” en España (1,3% del PIB) son muy bajos en comparación con la media europea, casi el doble (2%)
Siempre según datos y explicaciones extraídos del informe, «una cobertura adecuada de las necesidades sociales de los menores de edad, personas entre 0 y 17 años, es clave para el desarrollo social de un país». Estas necesidades están estrechamente ligadas tanto al bienestar económico y material como a la salud, el acceso a la vivienda o la educación.
Los indicadores utilizados en ‘Análisis de las Necesidades Sociales de la Infancia’ miden la incidencia, la intensidad y el grado de cronicidad del riesgo de pobreza de los menores, la cobertura de la necesidad de empleo digno de sus padres y, en general, las condiciones de vida en su familia en cuanto al confort de la vivienda que ocupan y a su salud, es decir, a su estilo de vida y a sus posibilidades para acceder a la asistencia médica que necesitan.
La cobertura de las necesidades sociales de los menores de edad en España presenta algunas diferencias relevantes respecto a otros Estados Miembros de la Unión Europea. En general, estas diferencias tienen más que ver con las dimensiones de bienestar económico y material y la situación laboral de los adultos de su hogar que con las condiciones de la vivienda y la salud.
Los niños en España sufren un mayor grado de pobreza consistente que la media de los niños que viven en la Unión Europea. Casi un 13% de los menores españoles viven en hogares con ingresos por debajo del umbral de la pobreza y sufren privación material. España se coloca a la cola de los países europeos, sólo con mejores resultados que Lituania, Grecia, Rumanía y Bulgaria. La situación laboral de los adultos que conviven con menores de edad también es peor en España que en la media de los países de la UE.
Descarga del informe completo en formato pdf en el siguiente enlace
Las investigaciones y la elaboración del presente informe han corrido a cargo del siguiente grupo, pertenecientes todos ellos a Equalitas:
- Luis Ayala Cañón (Universidad Rey Juan Carlos)
- Olga Cantó Sánchez (Universidad de Alcalá)
- Rosa Martínez López (Universidad Rey Juan Carlos)
- Carolina Navarro Ruiz (UNED)
- Marina Romaguera de la Cruz (Universidad de Alcalá)
Una aportación para enriquecer el debate público ante problemas sociales
«El Observatorio Social de ”la Caixa” aporta ideas y resultados científicamente respaldados, que enriquecen el debate público respecto a problemas sociales que nos afectan a todos, y cuya resolución va a determinar nuestro futuro y el de nuestro país. En las sociedades complejas en las que vivimos, la definición de acciones y políticas en el ámbito social no es sencilla e implica a numerosos grupos de interés, muchas veces con perspectivas contrapuestas», explicó durante la presentación de esta iniciativa académica el presidente de Fundación Bancaria «la Caixa», Isidre Fainé.
El Observatorio Social de ”la Caixa” quiere ser un referente en la aportación de diagnósticos sobre la realidad y las tendencias sociales, con especial atención a los grandes ámbitos de actividad de esta fundación: inclusión social, educación, ciencia y cultura. Viene publicando una serie de indicadores relevantes (juventud, políticas familiares, personas mayores, prestaciones sociales…), muchos de ellos de elaboración propia, que contribuyen a un mejor diagnóstico de la realidad social. Esta información, ya de por sí valiosa, se complementa con estudios sobre cuestiones sociales de importancia, entrevistas a científicos o reseñas críticas de libros recientes que propongan ideas innovadoras.
En una sociedad cada vez más abierta, plural y participativa, los ciudadanos no solo se interesan por los elementos que condicionan su calidad de vida y el bienestar social, sino también desean hacer oír su voz sobre estas cuestiones. «Se trata de un instrumento que pretende divulgar entre un público amplio, y de manera atractiva y accesible, los principales resultados y tendencias de las ciencias sociales, de modo que dispongamos de las herramientas necesarias para interpretar cuestiones clave en ámbitos tan sensibles como la inclusión social, la educación, la ciencia y la cultura», explicó Fainé.