por Fernando Nájera García-Segovia
Director de Fundraising / Fundación Theodora @FTheodora
Con la irrupción de la Covid-19 en nuestras vidas y la imposibilidad de seguir visitando de forma presencial a los menores hospitalizados, Fundación Theodora, haciendo de la necesidad virtud, desarrolló el Programa VIVIR de visitas virtuales, lo que permitió pasar de colaborar con 25 hospitales y centros especializados a hacerlo con 59. Pero ese programa que, en principio, se concibió como alternativa a los programas tradicionales, pronto se comprobó que era complementario de estos, porque permitía que la visita presencial semanal se prolongase de lunes a viernes, por la mañana y por la tarde, a través del teléfono.
Sin embargo, eso sólo fue el principio, porque aprovechando que se empezó a trabajar en los hospitales de las áreas más alejadas de los principales núcleos urbanos se vio la oportunidad de completar esas visitas virtuales con otras presenciales esporádicas y con el envío de kits de bienvenida para los menores que ingresaban en aquellos, dando lugar al Programa VIVIR PLUS.
Ahora bien, esto no ha sido lo único que se ha hecho, también se reaccionó con celeridad y se puso en marcha con la colaboración de Fundación Disa y Binter Canarias la campaña Sonrisas de Emergencia para atender a los afectados por la erupción del volcán Cumbre Vieja en la isla de La Palma o se organizó la campaña Punto de Vacunación auspiciada por Ebro Foods y otras empresas en la que los Doctores Sonrisa se encargan de que los menores que acuden por primera vez a un centro sanitario se lleven la mejor de las impresiones de ellos. Tampoco nos podemos olvidar del Programa RESPIRO, a punto de estrenarse, que proporcionará a los menores con diversidad funcional y a sus padres y cuidadores momentos de diversión y relax durante los fines de semana.
«La sonrisa de un niño no tiene fronteras«
Fundación Theodora es una organización sin ánimo de lucro constituida en Suiza en 1993 por los hermanos André y Jan Poulie en memoria de su madre Theodora. Enseguida se expandió por otros países —Reino Unido, Francia, Italia, Turquía, Bielorrusia y Hong Kong—, comenzando su andadura en España en el 2000. Su misión consiste en la humanización de la estancia de los niños, niñas y adolescentes ingresados en los diferentes hospitales españoles con los que colabora mediante la visita personal e individualizada a cada uno de ellos por los Doctores Sonrisa, artistas hospitalarios profesionales —magos, músicos, cuentacuentos, clowns, actores y actrices— con formación psico-sanitaria que gracias a la improvisación y la adaptación de sus habilidades al mundo sanitario logran que los menores ingresados se sientan como en casa.
Theodora, la madre del pequeño André
El origen de nuestra fundación se remonta a principios de los Años Setenta, cuando dos niños que estaban jugando en el jardín de su casa, sienten que el coche de sus padres sale del garaje. Creen que se han quedado solos y deciden jugar con la máquina de cortar el césped como si fuera su propio automóvil, con tan mala suerte que el aspa le engancha el pie a André y se lo destroza. Ante los gritos del niño, el padre que se había quedado en casa, esperando una llamada —no había móviles— se asoma desde la ventana y ve a sus dos hijos llenos de sangre. No pierde un minuto y monta a los dos hermanos en el coche. Se dirige primero a un hospital, donde son partidarios de amputar el pie, porque la herida no es limpia y pierde mucha sangre. El padre no se resigna y se van a otro, donde después de algunas dudas, una doctora se compromete personalmente a salvárselo; y así se hizo. Pero el proceso no fue sencillo: varias operaciones a lo largo de dos años y muchos meses de hospitalización, que fueron aliviados por la madre del pequeño André, quien siempre que podía se pasaba por el hospital para animar a su hijo y a los demás niños, con cuentos, música y juegos.
Pasados los años, los dos hermanos se hicieron mayores y André, completamente recuperado, se fue a trabajar a América, hasta que cierto día recibió una llamada comunicándole que su madre estaba muy enferma. Él no se lo pensó dos veces, dejó su trabajo y volvió a Suiza a cuidar de su madre, yal y como ella lo había hecho en su día con él. Cuando Theodora falleció los dos hermanos decidieron contratar a un artista que visitara a los niños de ese hospital todas las semanas durante un año. La experiencia fue tan satisfactoria que pronto ese proyecto piloto se extendió por todo el mundo.
90.000 beneficiarios
Actualmente, en España Fundación Theodora colabora con 59 hospitales y centros especializados repartidos por toda la geografía nacional y cuenta con 31 artistas hospitalarios que llevan alivio e ilusión a más de 35.000 niños y niñas a lo largo del año aunque, si tenemos en cuenta a los padres y al personal sanitario, esta cifra se estima que se podría incrementar en otras 90.000 personas. Todas estas acciones son desarrolladas y puestas en marcha en colaboración con los centros sanitarios y son absolutamente gratuitos no suponiendo coste alguno ni para estos ni para los menores y sus familias.
—Principales Programas
- Programa PLANTA Se trata de contribuir al bienestar de los menores ingresados, así como de sus familiares, mediante la visita individualizada de un Doctor Sonrisa, que se pasa habitación por habitación, con el fin de reducir el estrés físico y la tensión emocional que se produce durante la estancia hospitalaria.
- Programa AQUÍ Acompañamiento Quirúrgico: el Doctor Sonrisa acompaña a todo el núcleo familiar en los diferentes ámbitos del proceso quirúrgico. Acompaña a los menores desde la habitación hasta el quirófano, haciendo más llevadero, tanto para el niño como para su familia, el momento en el que es recogido por el celador. Luego, cuando salen del quirófano, las enfermeras llaman a los doctores sonrisa para que hagan una última visita al paciente, deseándole una pronta recuperación. Durante la intervención, los artistas acompañan a las familias, trabajando la escucha, la compasión y la empatía y colaborando a disminuir la angustia de los padres.
- Programa VIVIR De visita virtuales, permite que los Doctores Sonrisa estén en contacto con los menores de lunes a viernes, en horario de mañana y tarde a través del teléfono de sus padres, con todas las garantías.
- VIVIR PLUS Se trata de llevar visitas presenciales, de forma mensual o trimestral, a aquellos hospitales donde todavía no tenemos la infraestructura necesaria para desarrollar los programas tradicionales. Además se complementa con envío de kits de bienvenida o alta en el hospital.
- Programa CAPACES DE SONREIR De apoyo a los menores con diversidad funcional. Los artistas, en este caso Señores Sonrisa, colaboran con los terapeutas para hacer más amenos los ejercicios de estimulación sensorial.
- Programa PEQUEÑOS CAMPEONES De apoyo al tratamiento de los trastornos alimentarios.
La tecnología: atención e interacción en cualquier momento y lugar
Aunque la esencia de Fundación Theodora siga siendo la acción personal y directa de los Doctores Sonrisa, en situaciones excepcionales, como es el caso de la Covid-19, las autoridades sanitarias pueden recomendar reducir o suspender la presencia de estos profesionales en los centros sanitarios. Incluso en situaciones de plena normalidad, nuestros artistas no pueden estar siempre al lado de los menores.
Por eso, hemos decidido que los Doctores Sonrisa tengan una presencia permanente tanto en los hospitales con los que tradicionalmente colaboramos como en otros muchos donde todavía no lo hacemos. Y esto lo pretendemos llevar a cabo desarrollando un formato nuevo, que basado en el uso de tablets, la elaboración de videos y tutoriales, así como en la conexión directa con los artistas, permita la interacción de los menores con aquellos casi en cualquier momento y lugar, de modo que no solo se pueda aliviar la ansiedad que experimentan los menores al estar lejos de sus hogares en un entorno desconocido, sino que también poder seguir con más facilidad sus estudios.
Donaciones privadas y filantropía empresarial
En cualquier caso, ninguna de las actividades que llevamos a cabo en favor de la infancia supone gasto alguno para los centros sanitarios, corriendo la propia fundación con todos los que se puedan generar en el desarrollo de sus funciones. Además, Fundación Theodora no recibe subvenciones de estamentos públicos: toda la labor profesional que desarrollamos con los menores es viable gracias a aportaciones privadas, que —en gran medida—provienen del entorno empresarial.
En este sentido, cabe subrayar que cada vez más empresas, conscientes de la importancia de contemplar la RSC en su gestión, y en concreto el ODS 3 (‘para lograr el desarrollo sostenible es fundamental garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todos a cualquier edad’) descubren el valor que aporta para sus stakeholders (accionistas, clientes, proveedores… y muy especialmente sus propios empleados) el implicarse con las acciones de cercanía que Theodora impulsa, por no mencionar los evidentes beneficios fiscales que implica.
Por último y no por ello menos importante me atrevo a afirmar que para muchas organizaciones, uno de los mayores beneficios que reporta su colaboración con Fundación Theodora lo constituye el impacto positivo motivacional y de orgullo de pertenencia al grupo que las propuestas y talleres de Fundación Theodora suponen para sus propios equipos.
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